Robin van Persie, quien formará parte del seleccionado holandés en el Mundial que se disputará en pocos días en Sudáfrica, reconoció que desde niño tuvo problemas de conducta en la escuela y en sus comienzos como futbolista tuvo que cambiar muchas actitudes inmaduras.
El delantero, que arribó al Arsenal en el 2004, creció en un barrio de Rotterdam, Holanda, y tenía serios inconvenientes en el colegio. En la mayoría de las clases, era excluido por los profesores debido a su mal comportamiento en el aula.
Van Goal, como lo apodan los aficionados ingleses, en un choque decisivo contra el Southampton, fue expulsado por el árbitro. La reacción de su entrenador Arsène Wenger tras ver que echaron del campo de juego a Van Persie le quedó grabada al jugador. El ex player del SBV Excelsior y Feyenoord de Holanda dijo que su entrenador no le gritó ni le dijo que se había equivocado, simplemente le aclaró que tenía algo que cambiar y lo debía descubrir el mismo.
Luego de un tiempo, el delantero campeón de la UEFA con el feyenoord en el 2002 confesó que tuvo que cambiar sus valores y comenzó a preocuparse solo en el juego, dejando de lado las posibilidades de exhibición extrafutbolísticas.
Tras volver de su suspensión, el zurdo campeón de la FA Cup con el Arsenal FC en el 2005 se mostró más rápido con el balón en sus pies y se lo veía que pensaba más en el producto final. Mientras estuvo fuera de las canchas por su expulsión, el extremo que tiene 14 goles con la Selección holandesa entrenó duro y se ganó la titularidad en el conjunto inglés.
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